Blog de seguridad y defensa

lunes, 30 de julio de 2007

Los persas de ayer y de hoy.

Dirigida por Calixto Bieito ha sido representada la obra Los persas en el foro del teatro romano de Emerita Augusta. Parece ser –según el diario El Mundo- que es una adaptación transgresora y antimilitarista de la obra de Esquilo. Esta vez la tragedia griega –considerada la primera obra teatral de la historia- discurre en Afganistán y los actores sueltan lindezas como “morir por la patria es sucio, repugnante y doloroso”. El director remató la faena diciendo que está “contra todos los ejércitos, todos, y también contra los que ponen bombas en Euskadi, ¿eh?”.
No se si Bieito se habrá ni siquiera acercado al olor de una guerra -parece ser que para la ocasión se ha dejado asesorar en la escenografía por un militar participante en la operación ISAF de Afganistán-, yo me temo que no distingue mucho churras de merinas. Sin embargo de lo que sí estoy seguro es que Bieito conoce perfectamente la obra original.
De todos modos poco importa; tanto si la conoce como si no, los dramaturgos son, y han sido siempre, testaferros de la historia, notarios de la intrahistoria e infiel –por particular- reflejo del pensar y del sentir humano; y en esa labor los considero intocables. Cabe poca crítica –a no ser la puramente artística- a la interpretación de un director teatral, es el súmmun de la subjetividad y el que acude a un teatro así lo sabe y espera. Allá el director con su obra y el público con sus preferencias.

A mí, lo que de verdad me ha llamado la atención, es una frase del gacetillero que firma la crónica- Quico Alsedo-; parece haber querido ir más allá y por algún extraño motivo afirma que la obra original de Esquilo es una “tragedia griega antimilitarista”.
Así como estoy casi seguro que el director conoce y entiende la obra original y ha hecho de su capa un sayo, también estoy casi seguro que el tal Quico ni se la ha leído. Ha visto la adaptación actual –que le ha parecido antimilitarista- y oyendo campanas sin saber dónde, ha decidido que la original era igual. Ni se ha molestado en ir más allá. Bueno, si ha ido un poco más allá, aprovecha la ocasión para criticar al Director General del Instituto Nacional de Artes Escénicas por aplaudir la obra; “y además me apunto un tanto dándole caña al Director General sociata este que ha aplaudido tras la representación” habrá pensado. La línea editorial y eso.
Para disgusto de Quico, he de decir que desde luego Esquilo fue un testaferro de la historia de la polis como excelente dramaturgo y poeta, pero no sólo; además de ser considerado como el padre del teatro y ser un firme defensor de la democracia ateniense también, curiosamente, participó en algunas de las más importantes batallas de la historia griega contra los persas (Maratón y Salamina). De hecho Los persas se sitúa en esta segunda batalla. Para más inri, en su epitafio no figura ninguno de sus versos, ni ninguna referencia a sus obras, sino un breve recuerdo a su valor durante la batalla de maratón:

"Esta tumba esconde el polvo de Esquilo,
hijo de Euforio y orgullo de la fértil Gela
De su valor Maratón fue testigo,
y los Medos de larga cabellera,
que tuvieron demasiado de él".

Desde luego no parece el epitafio de un antimilitarista. Ni su obra lo era; muy al contrario, Los persas valora y ensalza el sacrificio hecho por unos cuantos para la defensa de la comunidad a la que adscriben voluntariamente. Lo valora tanto que critica a aquellos que les dirigen y les mandan a guerras sin la limpieza de motivos y de espíritu suficiente, aquellos que ven intereses particulares y particularistas en todo lo que hacen. Contra eso es contra lo que se rebela Esquilo.
Desconozco, más que por la referencia de El Mundo, la obra representada el otro día en Mérida. Si es o no un panfleto intsumisoak, deberá cada uno juzgarlo por si mismo. Por mi parte lo único que me sale decirle a Bieito es:"Señor, estoy en absoluto desacuerdo con todo lo que acaba de decir, pero daría la vida por que usted pudiera siempre hacerlo en libertad".
Y al gacetillero de turno sólo me sale decirle que lea, que lea más. Con defensores de la causa como él, andamos apañados.

***

La legislatura se comienza a apagar en EEUU y a la par, se cierran colaboraciones armamentísticas con Arabia Saudita, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Bahrein, Kuwait y, para compensar, con Israel. Ya sugerí -acerca de lo que había ocurrido en El Líbano a nuestros soldados- los devaneos que los sauditas –con el beneplácito estadounidense- han mantenido con las milicias suníes “incontroladas” y sus “incontrolados” efectos. No parece la mejor hoja de ruta para la zona la que transitan estas nuevas “colaboraciones”.
Veremos que opinan los persas cuando les intentemos convencer de que pueden prescindir de su programa nuclear. Ahora que pueden estar más tranquilos con Pakistán y la India.

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