Blog de seguridad y defensa

martes, 10 de julio de 2007

¡Dichoso el país que es tan querido por sus hijos!

El maldito julio del 98. Aquel verano fue lúgubre para España.

Empezó aquel mes con un hecho que pasaría a engrosar la larga lista de heroicidades que algunos puñados de españoles han protagonizado a lo largo y ancho del planeta. Aquel 1 de julio de 1898 cerca de quinientos soldados, a las órdenes del general don Joaquín Vara de Rey y Rubio, sostienen un encarnizado combate en defensa del pueblo cubano de Caney, contra un ejército norteame­ricano de siete mil hombres, dotados de un buen número de piezas de artillería. Los norteamericanos tenían la orden de ocupar el pueblo en una hora, pero, a pesar de poseer unas fuerzas diez veces superiores, necesitaron nueve horas para doblegar a aquellos colosos. Al final habían perecido ochocientos norte­americanos y más de cuatrocientos españoles, entre los que se encontraba su general, Vara de Rey, junto a sus dos hijos. De los 500 efectivos españoles, menos de 80 sobrevivieron a la batalla, que representó un punto de inflexión en la guerra hispano-estadounidense. Aquella sangrienta derrota y la de la colina de San Juan al día siguiente precipitaron la salida de nuestra Escuadra de Santiago de Cuba pues ambas posiciones dejaban franco el camino a los accesos de la bahía.
El resto es de sobra conocido, nuestra Escuadra al orden del almirante Cervera y con la orden de “¡clavad las banderas y ni un solo navío prisionero!” ordenó a su nave –el María Teresa- poner proa al acorazado Brooklyn que enarbolaba la bandera insignia de la Flota enemiga.
En cinco horas perdimos toda la Escuadra del Atlántico.
Luego la caída de Santiago y la rendición definitiva de la isla. Después Filipinas…
En aquella guerra con EEUU y los tres años anteriores de guerra contra los insurrectos murieron en combate 2 generales, 141 oficiales, y 2010 soldados. Además, murieron por enfermedades 53500 españoles. Más de 55000 españoles que dejaron su vida en el último capítulo de cuatro siglos de historia en América.
A su llegada a España el almirante Cervera y el almirante Montojo fueron llevados ante un consejo de guerra por la destrucción de las Escuadras Atlántica y Pacífica. Cervera fue absuelto y Montojo fue retirado del servicio activo.
Testigo del combate en El Caney, el Capitán Webster, Agregado Militar en Washington de Suecia y Noruega, exclamó: "Y esta lucha de El Caney, ¿no aparecerá siempre ante todo el mundo como uno de los ejemplos más hermosos de valor humano y de abnegación militar? ¡Dichoso el país que es tan querido por sus hijos!”

El general Vara del Rey


En este julio de 2007, mi recuerdo para aquellos hijos que quisieron tanto a su país.

Y todos recordemos que queda un año para el centésimo decimo aniversario.

2 comentarios:

  1. Alijar:

    Busca, encuentra y lee "D.Q", breve relato de Rubén Darío, indio acriollado nicaragüense que no terminaron de contarnos en el B.U.P.

    Y luego, se lo haces leer a los que tengan que aprender...

    Harka

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  2. Estimado HARKA:
    Encontrado y leido. No lo conocía. Ya sabes que en el gremio se estila mucho Clausewitz y poco Rubén Dario.
    Los que vienen tras nosotros lo leerán.
    Un saludo

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