Blog de seguridad y defensa

lunes, 28 de enero de 2013

Las viudas de Ifni.



Por razones que no vienen al caso, la guerra de Sidi-Ifni ha sido siempre un tema que ha ocupado este observatorio desde su creación. La desidia, la mentira y el manto de olvido con la aquella guerra fue tratada por la dictadura franquista ha sido otro capítulo poco honorable de la ya larga lista de miserias que la historia de España ha recopilado. Luego, durante los gobiernos democráticos, nadie ha querido solucionar algunas de las consecuencias que la descolonización apresurada trajo consigo. Ya se sabe que la política exterior española siempre ha sido bastante condescendiente con los sátrapas alauitas.
 
Pero aun hay esperanza. Resulta que un nieto del gobernador general de Ifni ha realizado ún corto denominado Las viudas de Ifni, que intenta dar a conocer algunas de las injusticias que con los habitantes de aquel territorio español se cometieron. Y parece que el corto es un firme candidato a los Goya. Esperemos que resulta ganadora y que ello sirva, al menos,  para dar a conocer a los españoles uno de los episodios más olvidados de nuestra historia.

viernes, 18 de enero de 2013

De intersticios africanos.


 
Y de todo esto, ¿qué hubiera opinado Jorge Aspizua?; se pregunta Guerras Posmodernas. Pues yo creo que el buenazo de Jorge, a sus cuarenta y diez,  hubiera esbozado media sonrisa; inteligente y pelín amarga. Y la vida hubiese seguido, como siguen las cosas que no tienen mucho sentido (perdón por el plagio a Sabina).

Así es la vida, en agosto de 2012 era un hecho pero ya en 2008  estaba claro para unos cuantos que la ecuación Argelia-Libia-Mali-Mauritania-Niger-Nigeria era una bomba de relojería que acabaría explotando por el gas del que somos adictos. Los intersticios cercanos sobre los que no supimos actuar con la suficiente celeridad; y sobre los que seguimos sin actuar, empiezan a mostrarnos sus frutos. Como siempre nos pasa en este ensimismado Occidente cristiano.
 
Esto no ha hecho más que empezar, y en estos tiempos de consecuencias, el resultado de estas acciones, y la operación de nuestras europeas empresas del gas, serán cada vez más complicadas. Por no hablar de los secuestros (que italianos y españoles hemos resuelto mediante pingües pagos con tanta alegría, miserias políticas mediante), del tráfico de armas libias descontroladas, de la entrada de droga latinoamericana, de la sequía y los desplazados a cientos de miles que se producitrán. Todo esto no es más que el preludio de la parte más interesante.
 
Pues para los que se nos avecina, ahora como entonces, tendremos que deshacernos de nuestra mentalidad Maginot y dejarnos de zarandajas de brigadas polivalentes, megabuques y cazas europeos. Que nos llevamos equivocando veinte años y ya empieza a ser muy tarde.