-El PRT español inauguró en noviembre pasado el puente de la localidad de Sang Atesh tras invertir 24500$.
-El equipo se refugió en la comisaría que España intenta reforzar y apoyar desde hace un tiempo.
-Fueron apoyados en la extracción por una sección procedente de Qala i Naw y un caza de ISAF.
Y anoto en mi libreta de conclusiones importantes:
-El dinero no comprará la seguridad para los nuestros. El mantener las líneas de actuación militar y civil independientes una de la otra incomoda menos a ambos, pero resta eficacia a la acción que allí desarrollamos. El éxito de un PRT no debe ser juzgado por el número de proyectos que completa, ni por las carreteras que asfalta, ni por en número de pozos, y con toda seguridad no por el dinero que gasta.
-Es objetivo prioritario extender la autoridad del gobierno de Afganistán a las zonas menos estables. De hecho es exactamente donde deberían volcar todo su esfuerzo para hacer posible a las fuerzas seguridad afganas y a los servicios del gobierno penetrar esas áreas y dar a la población local una razón para apoyar a su gobierno.
-Finalmente, hay que pensar en los medios y procedimientos que vestirán estas misiones a 10 años vista ya que no es probable que nuestro escenario de actuación cambie en este plazo. No es probable un conflicto convencional con Leopardos, ni son probables combates aire-aire en los cielos del Estrecho ni ataques de 20 cazas simultáneamente a nuestras magníficas fragatas. Ahora bien, es casi seguro que estaremos cada vez más metidos hasta los corvejones en operaciones híbridas de estabilización y reconstrucción de compleja resolución. Como igual de previsible, por cierto, lo era hace 10 años. Quizás si alguien se hubiese parado a pensar en 1998 en cual sería nuestra realidad en 2008, a lo mejor hubiese comprado menos de estos carísimos artefactos ultra-tecnológicos hipotecándonos, también por cierto, hasta 2025, y ahora estaríamos recibiendo VCIs 8x8 como Dios manda para sustituir a nuestros agotados BMRs.
Desgraciadamente los medios que tenemos hoy en día ya poco remedio tienen más que la compra de urgencia en el exterior. Como en esto no valen indefiniciones y hay que dar con el mazo además de rogar, me he propuesto pensar en los medios que necesitaremos en 2018.
Se admiten ideas. La industria española -que con razón se queja de que los estamentos político-militares no les saben decir con antelación lo que necesitarán en un futuro próximo- lo agradecerá. Como inicio me reafirmo en que hay que empezar a diseñar el vehículo táctico de las unidades ligeras.
Pero hay que ir más allá, hay que repensar todo 2018. Arthur C Clarke fue un maestro de eso. Quizás su obra no acertó de lleno en los pronósticos, pero desde luego empujó la mente de generaciones de jóvenes a construir realidades e ideas que antes nadie les había explicado. Descanse en paz su espíritu cartesiano.
Es la pescadilla que se muerde la cola; más soldados extranjeros atrae a la insurgencia, y las mafias del opio tampoco se encuentran cómodas con esos despliegues. Resultado, más acciones contra los soldados. A mayor presencia, mayor percepción de ser fuerzas ocupantes.
ResponderEliminarTampoco es la solución inaugurar a bombo y platillo cuatro cosas en medio de un fuerte despliegue que luego desaparece por la noche.
Mejor sería pagar, armar y encuadrar más unidades nativas y que arreglen su problema. Pero no nos dejan. La reconstrucción del Ejército Afgano está centralizada y nos toca lo que nos dejan, no lo que sería necesario. Craso error.
Que no nos dejen finaciar unidades localmente está en estrecha relación con quién acaba formando estas fuerzas y los jefes que las mandan: los señores locales de la guerra dueños precisamente del mercado de la droga. Ya hablé de ello en "la paradoja de Parrondo en Afgansitán"
ResponderEliminarhttp://elalijar.blogspot.com/2008/02/la-paradoja-de-parrondo-en-afganistn.html
En lo que no puedo estar de acuerdo es en que más tropas atraigan a la insurgencia. Las tropas deben ser usadas para patrullar más. Precisamente el dejarles espacios vacios gratuitamente es lo que más les atrae, es en ellos donde consiguen establecer sus señoríos.
Cada poblado que no visitamos es un campo sembrado para ellos.
Tenemos que empezar a involucrarnos con los habitantes seriamente. Redes humanas y sociales.
Un saludo
Creo haber leído encuestas de afganos en los que reconocían que la presencia de tropas extranjeras atraía a la insurgencia, o que ésta reaccionaba contra esa presencia.
ResponderEliminarEntiendo que un país tan tribal como Afganistán, el ejército nacional sea una de las pocas opciones a articular el estado, pero eso evita que los países de ISAF pongan en marcha estrategias clásicas en los conflictos COIN, como son las de armar milicias locales, que es algo muy asumido y tradicional en Afganistán.
LA presencia de más tropas extranjeras en sus territorios puede ser interpretado como una ocupación.
Lo que está claro es que permanecer como hasta ahora es un error.
Saludos.
La guerra COIN basada en Harkas está principalmente enfocada a manyener la ocupación.
ResponderEliminarNosotros debemos pensar en opereciones de estabilidad, enfocadas al salida.
De momento esto no es Argelia, ni nuestro Marruecos del 19, ni el Irak estadounidense.
Cada situación es distinta. A situaciones distintas, distintas e imaginativas fórmulas.
Nuestra situación en Qala i Naw se parece más al Mostar del 96 o al Kosovo del 00. Necesitamos apoyo de la población desarmada, no armar a la población.
El sur es otra cosa.
Afganistán es muy grande y no se pueden aplicar las mismas fórmulas a todo.
Un saludo
Creo que tampoco es tan parecido a Mostar. En Yugoslavia nunca hubo una insurgencia o un terrorismo cuyo objetivo fuesen las fuerzas internacionales. Aquí si lo hay. Por no hablar de señores de la guerra y narcotraficantes.
ResponderEliminarSaludos y gracias.
Nunca nada es lo mismo.No hay solución fácil ni obvia.
ResponderEliminarUn saludo