Blog de seguridad y defensa

sábado, 1 de marzo de 2008

El deshielo de Afganistán.


La primavera en Afganistán no ha empezado pero el deshielo ya está aquí. Este año será duro.

Nadie debiera perderse el reportaje “Battle Company Is Out There” de Elizabeth Rubin para el New York Times. Una lección práctica de la dificultad de aunar tácticas contrainsurgentes, tecnología aplicada, daños colaterales, paqueos, emboscadas, PRTs, población civil, medios de comunicación y mentes occidentales.
Ha levantado ampollas y ha provocado la movilización de la potente blogosfera militar estadounidense en apoyo a los paracaidistas que están combatiendo en las montañas de Kunar, junto a la frontera paquistaní.

Me imagino que a cualquiera que lo lea con detenimiento y se haga una idea de lo que están pasando en el sureste Afganistán las tropas estadounidenses, se le vendrá a la cabeza imágenes y escenas de otra guerra no muy lejana. A mi inevitablemente me ha recordado otra foto tomada exactamente 40 años antes de que sucediera lo ahora publicado en el NYT.


(November 24th, 1967) Es el Sargento John G. Sheehande de la Brigada Paracaidista 173 y está en la cota 875 tras cinco días de combate. Tiene cierto parecido con la foto recientemente premiada por World Press Photo, ¿no creen?

Aquella guerra la perdió sólo EEUU. En esta otra estamos todos y si ellos pierden, perdemos todos.

2 comentarios:

  1. El buen Andrew Bacevich, militar combatiente en Vietnam, profesor en la de Boston, conservador y católico, antes de perder a su hijo, capitán en combate en Irak el año pasado ya avisó de esto y mucho más en su The New American Militarism (Oxford University Press:2005. Por ejemplo en la página 29 recoge lo siguiente, que traduzco:

    Thomas Friedman, columnista de New York Times describió su malestar al describir la Super Bowl (Mundiales de Fútbol Americano) de 2004 cuando a la mitad del partido no se recordó a los soldados estadounidenses combatientes en Irak. El espectáculo del descanso en el partido “realmente me demostró qué era aquello que me molestaba del modo en el que la guerra era conducida”. Y escribió:

    “Todo el asunto recaía en un puñado de Americanos –los combatientes, sus familias y los reservistas- y el resto pasábamos de lado, como si todo eso no tuviera que ver con nosotros… El mensaje desde la Casa Blanca fue ‘Ocuparos de vuestros asuntos como Americanos, buscando la felicidad, gastando el dinero de la devolución de impuestos, disfrutando del espectáculo del mitad de la Super Bowl, comprando un Hummer y dejando esta guerra a nuestro ejército profesional. No hace falta sacrificio alguno’.”

    Ante esa perspectiva, Friedman declaró “es una bancarrota moral y estratégica.

    Fin de la transcripción.

    A nosotros nos toca un examen similar.

    Un abrazo

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  2. No soy un derrotista en absoluto, pero viendo que "ellos" están dispuestos a cualquier sacrificio, que "nosotros" contaremos las bajas una a una y que el pueblo no está dispuesto a sacrificio alguno... la batalla está perdida de antemano. Ojalá me equivoque.

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