Blog de seguridad y defensa

domingo, 17 de febrero de 2008

Kosovo: hora cero.

De la independencia de Kosovo hay poco que celebrar. Quizás lo único sea que se producirá sin sangre de por medio, lo cual en los Balcanes es una notable novedad.

De los peligros que tiene el asunto no voy a hablar pues han sido detallados hasta la saciedad, -algunos magnificados irracionalmente- a diestra y a siniestra.

Mi posición es ya conocida. En Kosovo, como muchas otras veces, hay que elegir entre lo malo y lo peor. Después de lo hecho en el 99 ya no hay vuelta atrás y como se advierte en el informe de diciembre del International Crisis Group (documento esencial si se quiere conocer la hoja de ruta):

"Accepting paralysis is not a viable option, however. It would lead to an uncoordinated, unsupervised, possibly violent independence process that could stimulate instability in Kosovo’s neighbour countries."

Esto parece claro. La alternativa a lo que hoy ocurrirá, era la independencia descontrolada y violenta. Violencia que, como en un juego de dominó, inevitablemente se contagiaría a Bosnia-Herzegovina y a FYROM. Todo ello aderezado con fuerzas de la OTAN y de la UE de por medio. En definitiva, la alternativa era destruir todo lo hecho en los Balcanes y volver a lo peor de 1994.

Los kosovares habilmente nos tienen sentados sobre un barril de pólvora. Si nos vamos, y no les apoyamos, le darán fuego y el fracaso será tremendo, la guerra habrá vuelto. Si nos quedamos, y les ayudamos a la independencia, romperemos de nuevo la pretendida legitimidad que decimos siempre defender. Lo cierto es que esto empezó sin legitimidad en el 99 y acabará igual, a quién le importa ya.

Hoy Occidente elige lo malo antes que lo peor y huye hacia delante. Al menos con la independencia habra paz -de momento-y no destruiremos todo lo hecho hasta ahora. Compramos tiempo, tiempo que en la escena internacional es a veces más importantante que el crudo.

Con este camino habrá una esperanza para Kosovo, para BiH y para FYROM. Pero, ¿y para Serbia? Nadie lo sabe a ciencia cierta. Serbia está en el filo. Puede convertirse en la Bielorrusia del sur o en la segunda Croacia.




Yo sigo esperando que esa nación consiga librarse de los ex-comunistas trasmutados en ultranacionalistas que aún creen que pueden mantenerla secuestrada a su antojo y que cometieron en su nombre las peores atrocidades.

Serbia necesita andar la transición que no le han dejado transitar. Seguro que Rusia hará lo que sea necesario para mantenerla en el limbo para-democrático, pero ¿y la UE? ¿luchará por sacarles de él? Desde luego EEUU no.

Y de nuestros miedos de la aldea ya he dicho todo antes; este año referendum... con o sin independencia kosovar.

Un fuerte abrazo para Sanja, Nikola y Mirko, refugiados serbo-bosnios en Belgrado. Lo siento mucho, pero de verdad espero que esto sirva para que un día vuestros hijos puedan viajar con su coche hasta Madrid, hasta Zagreb, hasta vuestra querida Mostar o a Pristina como cualquier otro ciudadano de la Unión Europea, sin miedo a ser ejecutados. Allí nos veremos.

2 comentarios:

  1. Ya sabes mi opinión sobre la independencia de Kosovo, pero permite que ponga unas palabras del General Fabio Mini, ex-jefe de la Kfor:

    " La independencia conviene a los que mandan: al Primer Ministro Hashim Thaçi por sus asuntos con el petróleo, al exprimer ministro Ramush Haradinaj, juzgado por el Tribunal Penal Internacional de La Haya, al exjefe de Gobierno Agim Ceku que quiere hacerse generalísimo, al hombre de negocios Behgjet Pacolli, que necesita un lugar para tener el dinero de su imperio. Los beneficios serán para los clanes y no para la población".

    Saludos

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  2. La población de momento se beneficia de que no haya más muertos, porque los que mueren siempre son los más humildes.
    Es verdad que los corruptos se han apropiado de Kosovo. Quizás sacarles del limbo de pobreza y desgobierno donde les hemos dejado vivir durante 9 años cambie las cosas.
    Hacen falta inversiones, no caridad; pero las inversiones van de la mano de la estabilidad en las instituciones.

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