Blog de seguridad y defensa

miércoles, 6 de febrero de 2008

El caos en la tierra de los fur.


El ministro español de Defensa, José Antonio Alonso, dijo hoy que no se puede desplegar la misión de la Unión Europea (UE) en Chad, a la que España iba a aportar dos aviones de transporte intra-teatro, debido a la situación de "máxima inseguridad" en ese país africano. Y es que a punto de ser desplegada la misión, los rebeldes de la UFDD han desencadenado una ofensiva sobre la capital Jamena. Esta ofensiva ha paralizado el despliegue europeo sine die. ¿Casualidad? Evidentemente no.

A nadie le cabe ninguna duda de que el brazo de Sudán –que se ha opuesto repetidas veces al despliegue de occidentales tanto en su territorio como en los colindantes- está detrás de la ofensiva. Pero ¿y detrás de Sudán qué hay? Pues nada menos que los intereses comerciales de China, Francia y EEUU, y los religiosos de Irán, Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos. Hay es nada.


Darfur significa “el hogar de los fur”. Históricamente el conflicto que allí se vive tiene muchos capítulos, pero se considera que el detonante del conflicto más reciente fue el ataque en abril de 2002 del pueblo de Shoba (capital histórica del sultanato Fur). Shoba fue atacado e incendiado por segunda vez por milicias Yanyauid, mientras las fuerzas gubernamentales sudanesas permanecían en sus acuartelamientos, a 15 km. El gobierno sudanés, aunque públicamente ha negado su apoyo a los Yanyauid, les ha proporcionado subrepticiamente armas y asistencia, y ha participado junto con ellos en varios ataques contra los pueblos africanos de la zona (entre ellos los fur).

Como respuesta, en febrero de 2003 aparecieron dos grupos armados (el JEM y el Ejército de Liberación de Sudán (SLA)) para defender a las tribus negras (los Fur, los Messalit, y los Zaghawa) contra estos grupos árabes. En total, una fuerza de entre 3.000 y 6.000 hombres. Fue en esa fecha, febrero de 2003, cuando estos dos grupos rebeldes africanos, el JEM y el SLA, atacaron por primera vez objetivos del gobierno de Jartum, reclamando que sus tribus eran sistemáticamente discriminadas en favor de las comunidades árabes, especialmente, al haber quedado marginadas de los beneficios obtenidos por las tribus del sur de Sudán tras la firma del acuerdo de paz de la guerra norte-sur de Darfur.

Por su parte, El Chad acusa a las milicias árabes Yanyauid, respaldadas por el gobierno de Sudán, de atacar pueblos de Chad. Denuncia que además, estos milicianos han atacado a parte de los 200.000 refugiados que llegaron hasta el este del país escapando de la violencia de Darfur. Chad también acusa a Jartum de apoyar a las Unión de Fuerzas para la Democracia y el Desarrollo (UFDD), una coalición de pequeños grupos armados y desertores del ejército, que han irrumpido en Chad desde Darfur y que son los responsables de esta segunda batalla de Jamena que se ha vivido recientemente.


Refugiados (azul) y desplazados (rojo) y sus cantidades debido al conflicto de Darfur oeste.

El tercer país de la zona, la República Centroafricana (RCA), denuncia el respaldo de Jartum a los rebeldes de la Unión de Fuerzas Democráticas por la Unidad (UFDR), una milicia que ha secuestrado pueblos enteros en la RCA. El gobierno reclama que la UFDR opera desde Darfur, con el apoyo de las autoridades sudanesas. Tropas francesas ya se han desplegado contra estos rebeldes en la RCA. Casi 50.000 refugiados han llegado a Chad, huyendo la violencia en el norte de la RCA.

Pero,¿y los intereses ajenos al conflicto?

Pues China es el principal inversor y valedor de Sudán. Concretamente en Sudán, operan 15 multinacionales con capital chino, lo que representa que el 50% de las exportaciones sudanesas de petróleo van dirigidas a China. En Sudán, las FAS Chinas tienen desplegados unos 4000 efectivos con diverso material y helicópteros de apoyo en una estrategia de petróleo por ayuda humanitaria. China necesita mantener al gobierno de Sudán, que obtiene a cambio la protección de Pekín en el Consejo de Seguridad de la ONU en el conflicto de Darfur.

Estados Unidos en su continua búsqueda de recursos petrolíferos, y la estabilidad de los precios de este mercado, no pueden desentenderse de este conflicto. La siempre amenazante presencia de China en los mercados, y la pérdida de control del oleoducto Darfur-Chad-Camerún, hacen que adquiera una importancia geoestratégica para el país que actualmente se erige como garante de la estabilidad mundial.

Además de los motivos meramente económicos, EEUU está plenamente involucrado en la lucha Global contra el Terrorismo, no pudiendo permitirse, no ya un estado, sino todo un área fallida bajo el “descontrol” de gobiernos y milicias islámicas. En 1988 EEUU utilizó discretamente Sudán como canal de ayuda a los movimientos que luchaban contra el régimen de MENGISTU en Etiopía. Esta política cambió cuando el poder islamista instalado en Sudán en 1.989 comenzó a “exportar” su islamización. La acogida de Ben Laden crispó las relaciones y en 1993 Sudán fue incluido en la lista de países que patrocinaban el terrorismo. Como consecuencia de peticiones de compañías petroleras y cámaras de comercio y como reconocimiento al cambio de rumbo de JARTUM –que se vio en el ojo del huracán tras el 11S-, EEUU se abstuvo en la votación del Consejo de Seguridad del 28 de septiembre del año 2001, permitiendo con ello el levantamiento de las sanciones de Naciones Unidas contra Sudán y finalmente Sudán fue excluido de la lista de estados terroristas en 2004.

La Liga Árabe. Dado que Sudán pertenece a la Liga y es un estado con problemas de subsistencia como estado musulmán, está firmemente apoyado por esta asociación, y en particular por Unión Emiratos árabes y por Arabia Saudita, quienes mantienen al gobierno y en parte a su economía, siendo contrarios a toda injerencia o intervención extranjera que pudiera cambiar el signo del gobierno. El apoyo diplomático y económico a Jartum y el silencio ante las masacres hacen de la Liga un obstáculo, o un agente decisivo, para la solución del conflicto.

Irán. El objetivo de Teherán ha sido utilizar a Sudán como trampolín para que los movimientos islamistas alcancen el poder en el cuerno de África y África Oriental. Además, la política de aislamiento occidental hacia Teherán le produjo la pérdida de un número importante de contratos para sus exportaciones por lo que buscó compensar esta pérdida con el desarrollo de nuevas relaciones comerciales en el África subsahariana.
Irán firmó en los años 90 una treintena de acuerdos oficiales: desde el lanzamiento de empresas conjuntas en agricultura, hasta cursos para la formación para el ejército y la inteligencia sudanesa. Ha apoyado a Sudán con vagones de tren, patrulleras, armas e incluso con hombres en su lucha en el Sur.

La Unión Africana (UA). La UA califica a Darfur como un conflicto interno de Sudán, y su intención de mantener un prestigio ante el mundo resolviéndolo con medios propios es apoyada por EEUU. La UA ha sido el verdadero artífice de los procesos de paz patrocinando conversaciones (N´Djamena-Chad, abril 2004, Acuerdo Paz Abuya-Nigeria mayo 2006 (DPA)) y desplegando tropas desde julio de 2004. La voluntad de resolverle asunto choca con la carencia de medios y la falta de voluntad de actores ajenos a África.

Francia. Sudán ha servido, como muchos otros países africanos, como campo de enfrentamiento entre este país europeo y EEUU en su lucha particular por extender sus respectivas influencias en los dominios político, económico, lingüístico, etc. Sudán aprovechó estas circunstancias acercándose a Francia con la entrega del terrorista “ EL CHACAL” en 1994. A cambio, el gobierno francés intercedió por Sudán ante el Fondo Monetario Internacional y la ONU; proporcionó asistencia a éste país en su lucha contra el SPLA, al facilitar el paso de unidades sudanesas a través de la RCA, y a facilitar información satélite sobre movimientos de los rebeldes. Merece la pena anotar que Francia condenó el ataque americano a las instalaciones de SHIFA en 1998. Los gobernantes sudaneses siempre han intentado implicar a Francia, para contrarrestar el apoyo de EEUU a los combatientes del Sur sudanés. Francia por su parte, “se ha dejado querer” sin comprometerse demasiado con un régimen tan desprestigiado. Sudán depositó su candidatura para entrar en la Organización Internacional de la Francofonía unas semanas después de haber acordado con la compañía petrolífera francesa Total Fina (diciembre de 2000) un contrato de prospección en la región Sur. El presidente sudanés asistió a la última, “Cumbre de la Francofonía” celebrada en diciembre de 2004 en BURKINA FASO. Francia dispone en Chad de tropas permanentes desde 1986.

La Unión Europea (UE). La UE es el principal socio comercial de África, con un volumen de intercambios de 215.000 millones de euros el año pasado (el 8% del comercio exterior de la Unión). También es el mayor donante de ayuda y el principal mercado para los productos africanos, a costa de un déficit comercial de 35.000 millones de euros para la Unión. Como se puede entender, la inquietud que genera en Bruselas la ofensiva comercial lanzada por China en el continente africano en los últimos años, es importante.

Sin embargo, una vez más Europa se encuentra ante dos tendencias: la francesa, que se acerca a la postura de la Liga Árabe y que trata de mantener la influencia en la zona francófona del centro-norte de África, y la del Reino Unido y los EEUU, favorables a la intervención “humanitaria” a favor de los rebeldes antigubernamentales –hecho que podría cambiar el signo del gobierno sudanés y por tanto los contratos petrolíferos-. Europa ha participado con grandes inversiones en el área y, junto con la OTAN, ya actuaron de forma muy limitada en mayo del 2005, aportando: observadores, policía, asesoramiento militar y transporte estratégico.

Finalmente, la UE se ha decidido a participar en la pacificación de la zona, y ha nombrado al general irlandés Patrick Nash como comandante operacional del futuro despliegue EUFOR en el Chad y la RCA, como apoyo a la misión de la ONU en estos países denominada MINURCAT.

¿Y España? Pues nuestra acción exterior en África es cuando menos zigzagueante. España mantiene relaciones diplomáticas con SUDÁN desde el 20 de febrero de 1964, estando acreditado en este país el embajador español en EGIPTO. Desde hace varios años hay intentos firmes de constituir la embajada española en JARTUM, sin embargo ha calificado de genocidio las acciones del gobierno y milicias sudanesas en Darfur.

Hemos participado con observadores militares en la zona, y participaremos –presuntamente- en la operación EUFOR (Tchad/RCA) aportando aviones para transporte intrateatro. Por lo demás, sin variación con respecto a nuestros socios: intereses comerciales y energéticos, flujos migratorios y la seguridad del Sahel.

En fin, sin rumbo claro nosotros, sin rumbo claro nuestros socios, y mucho interés empresarial que mira para otro lado frente a las matanzas. Yo me temo que esta misión, como la de la UA en Sudán, son crónicas de un fracaso anunciado.

Que
se den por jodidos todos. Con perdón.

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