Tal día como hoy, en una noche fría de hace cincuenta años, unos hombres -jóvenes en su mayoría- defendían con ahinco los puestos que España les había ordenado proteger en las tierras inhóspitas, y muy lejanas de sus casas, de Ifni, territorio que había sido cedido a España 100 años antes por el Sultán de Marruecos en el Tratado de Paz de Tetuán, como consecuencia de su derrota en la Batalla de Wad -Ras, en la que seguramente lucharon muchos de los bisabuelos de los que aquella noche hacían guardia .
A mediados de agosto de 1957 Marruecos solicitó la entrega de Ifni a España. Según la argumentación de Si Bekkai -jefe del gobierno marroquí- al derogarse el tratado hispano-francés de 17 de noviembre de 1912, había caducado la concesión española de Ifni. La diplomacia española sustentaba otros puntos de vista y recordaba que su soberanía venía reconocida en otros tratados anteriores. Marruecos se había comprometido por el Acuerdo de Rabat, firmado el 28 de mayo de 1956, a asumir las consecuencias de los tratados firmados por Francia.
En la madrugada del 22 al 23 de niviembre de 1957 el territorio de Ifni sufrió un ataque generalizado proveniente del Ejécito de Liberación (nombre que escondía bajo si a las bandas guerilleras que habían operado en el Marruecos francés bajo el estricto control del Principe heredero Muley Hassan, futuro Hassan II). El origen de aquellas bandas fue objeto de polémica; el autodenominado Ejército de Liberación Marroquí portaba armas de las entregadas por Francia y España para el Ejército Real. Sus miembros procedían en parte del ejército regular y en su mayoría del Ejército de Liberación, que había luchado contra los franceses, especialmente en la zonasituada al sur de la cordillera rifeña y al norte de Fez, a fines de 1955 (Aknul, Tizi Uzli y Bured). Los grupos armados operaban también en el vecino Sahara Francés y en Mauritania. La capital de estos grupos se situaba en la ciudad de Goulimine y entre su heterogéneo armamento se encontraron también armas soviéticas.
En el ataque sobre la ciudad de Sidi-Ifni, más concretamente sobre el depósito de armanento y munición de la ciudad -el cual fue rechazado-, cayeron las dos primeras bajas en combate de esta campaña, campaña que en España se silenció por completo. Una de ellas, el CLP. Vicente Vila Pla (7ª Cía), fue el primer caído paracaidista español en combate.
Un informe redactado por el jefe de la II Bandera Paracaidista en septiembre de 1957, sólo un mes antes del estallido del conflicto decía:
"El traje de faena comienza a deteriorarse, especialmente en aquellos que sólo tienen un traje de faena, por no haber podido entregar el segundo reglamentario por falta de existencias. En lo que se refiere al calzado (…), se encuentra francamente deteriorado en general. (…) Estas necesidades se han tendido que solucionar permitiendo que los legionarios compraran en el comercio de Ifni calzado no reglamentario y dando orden para que toda clase de servicios e instrucción (…) se realizaran en alpargatas.”
¿Les suena? A los lectores habituales seguro que sí. Los cartuchos de papel han sido un clasico en nuestras Fuerzas Armadas a lo largo de la historia.
"El traje de faena comienza a deteriorarse, especialmente en aquellos que sólo tienen un traje de faena, por no haber podido entregar el segundo reglamentario por falta de existencias. En lo que se refiere al calzado (…), se encuentra francamente deteriorado en general. (…) Estas necesidades se han tendido que solucionar permitiendo que los legionarios compraran en el comercio de Ifni calzado no reglamentario y dando orden para que toda clase de servicios e instrucción (…) se realizaran en alpargatas.”
¿Les suena? A los lectores habituales seguro que sí. Los cartuchos de papel han sido un clasico en nuestras Fuerzas Armadas a lo largo de la historia.
como era aquello de "que buen vasallo si tuviera buen señor" parece que hay intención de que las cosas vayan cambiando aunque el ritmo muchas veces no sea el deseado.
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