Blog de seguridad y defensa

viernes, 18 de abril de 2008

La senda integral supranacional. Los experimentos multinacionales.


A pesar de algunas seria discrepancias acerca del mandato, los respectivos papeles y las herramientas para actuar en las operaciones integrales o multidimensionales, tanto NNUU como la UE y la OTAN operan en muchos teatros regionales de forma simultánea y todos ya han concluido la necesidad de adoptar aproximaciones integrales a sus actuaciones de un modo similar. Esta aproximación en paralelo hacia un enfoque común, se ha impulsado sobremanera desde que en 2000 se comenzaron a realizar unas iniciativas denominadas Experimentos Multinacionales.

El propósito general de los MNE es la investigación en aspectos de la gestión de crisis, ya sea la toma de decisiones a niveles político, estratégico y operacional, el planeamiento de las operaciones, el intercambio de información entre todos los participantes, civiles y militares, o la generación de estructuras que permitan planear y controlar o, en su caso, orientar la ejecución de las actividades desde el nivel político-estratégico ejercido por las más altas autoridades nacionales en solitario o en coalición, hasta la coordinación directa en el área de operaciones de los recursos civiles y militares empleados. En definitiva, es la aplicación de un enfoque integral vertical (en todos los escalones) y horizontal (en todas las áreas de respuesta) a nivel nacional y multinacional.

En el año 2000, y a iniciativa del Departamento de Defensa estadounidense, se llevó a cabo un primer ensayo experimental con la participación de Alemania, el Reino Unido y Australia para mejorar la coordinación sobre el terreno de las misiones de reconstrucción. Este primer experimento tuvo un enfoque intrínsecamente militar, se trataba de permitir el intercambio eficaz de la información disponible entre las fuerzas desplegadas en escenarios de conflicto, así como con los actores civiles que se relacionan con ellas. Debido al éxito obtenido en este primer paso, en los siguientes experimentos se fue incrementando el número de participantes. En el segundo MNE de 2003 participaron la OTAN y Canadá. Francia se incorporaría en el tercero durante 2004 y Suecia y Finlandia participaron en el MNE-4 de 2005.

Mientras que en los dos primeros experimentos se tuvo como objetivo limitado el establecimiento de bases de datos comunes a todos los participantes y la generación de una infraestructura técnica adecuada al intercambio de información, en los dos siguientes, ya de mayor envergadura, se inició la exploración de conceptos y herramientas de apoyo, orientadas a la realización de operaciones basadas en los efectos (Effects-Based Approach to Operation, EBAO) en el ámbito de fuerzas multinacionales empeñadas en operaciones de estabilización de acuerdo a las experiencias y lecciones obtenidas de Afganistán. En particular, en el MNE-4, el objetivo era conseguir una mayor interoperabilidad y una integración real de los actores no militares en el planeamiento y ejecución de las operaciones en el campo.

Para el MNE-5, ante el alto interés suscitado en muchos foros, Austria, Dinamarca y España solicitaron a la estructura de los experimentos ser admitidos como participantes, mientras que la UE, Hungría, Corea del Sur, Singapur, Grecia, Japón, , la República Checa y Polonia solicitaron su admisión como observadores.

El propio camino de los experimentos y las lecciones aprendidas de ellos, ha ido otorgando cada vez una mayor importancia al concepto de “enfoque integral” internacional e interagencias y cediendo un mayor protagonismo a los aspectos políticos, diplomáticos, económicos y civiles en detrimento de la naturaleza militar de los experimentos iniciales.

España ya ha paticipado en las primeras fases del experimento integrando elementos de la Presidencia del Gobierno (Dirección de Infraestructura y Seguimiento de Situaciones de Crisis), del Ministerio de Asuntos Exteriores (Dirección General de Política Exterior, Agencia Española de Cooperación Internacional y Embajada Especial para Operaciones de Paz), y del Ministerio de Defensa (Dirección General de Política de Defensa, Estado Mayor de la Defensa, Centro de Inteligencia de las Fuerzas Armadas y Ejércitos). Además, se han ido incorporado expertos civiles entre aquellas organizaciones no gubernamentales con experiencia en conflictos o con centros dedicados a su estudio, como el Real Instituto Elcano.

De estos experimentos inevitablemente tedremos que concluir cómo dotar de
enfoques integrales a nuestras herramientas nacionales, pero también cómo enlazarnos de modo integral con otras naciones y organizaciones.

3 comentarios:

  1. A mi todos estos esperimentos como las maniobras de puesto de mando, me parecen muy bien. Que se mejore la capacidad de mando y control,cuanto más, pues mejor.
    Pero a veces me da la sensación de "muchos jefes para pocos indios".
    Por ejemplo España dispone de la capacidad de desplegar un puesto de mando para todo un CE, de 70.000 soldados o más. Cuando el ET no tiene tantos soldados. A penas el equivalente a dos divisiones y quizás se podria formar otra con las fuerzas de defensa de área.

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  2. Bueno, yo creo que es importante ajustar nuestras respuestas, las de todo tipo. Cada uno a su nivel.Para eso sirven estos experimentos.
    Y sí, desde luego el ET sufre una grave multiplicación de estructuras de mando completamente vacias de contenido. Quizás que hagan ejercicios de puesto de mando es el menor mal que producen.

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  3. jijijijijjiji, no si lo de las maniobras de puesto de mando no me parece mal, todo lo contrario. De hecho allá por 1996 cuando estaba en Melilla en la mili participé en unas maniobras de ese tipo. Lo que no me gusta es la macrocefalia a la que están llegando todos los ejércitos occidentales. Pareciera que a todos les fueran a "prestar" "indios" para mandarlos. Y eso no puede ser.

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