Es injusto.

"La injusticia es una madre jamás estéril: siempre produce hijos dignos de ella".

Adolphe Thiers

Es profundadamente injusto.

Es injusto nombrar a Chacón ministra de defensa cuando hay personas (no hombres ni mujeres, sólo person@s) mucho más preparadas que ella en el PSOE en asuntos de defensa. Personas que llevan partiéndose la cara años en un partido al que no gustan estos temas per se, bichos raros, person@s al fin y al cabo, que saben, gustan y entienden de defensa.

Es injusto que se acceda a un cargo por cuota, ya sea la cuota de género, de región o de partido.

Es injusto que se asocie a las FAS con el último reducto machista a conquistar en la sociedad española.

Es injusto promover a personas basándose en otros criterios que no sean otros más que la más absoluta eficacia, justicia y equidad.

Es injusto que en esta sociedad prime la arbitrariedad, el favor y el mamoneo para repartir cargos, vacantes o subvenciones.

Es injusto que a los cargos se acceda como premio para servirse y no como carga para servir.

Es injusto que toda aproximación se haga por etiquetas. Que en nada valga el sacrificio, la vocación de servicio y la abnegación.

Es injusto que todo el mundo tenga que guardar silencio para no ser postergado.

Es injusto que se eduque a los que lealmente sirven al Estado en el peloteo, en la falta de valor, en la complacencia y en la permanente genuflexión.

Es injusto que pongan al frente del ministerio de defensa a una persona que declara que la única guerra que quiere luchar es "la guerra contra la hambre, la pobreza y las enfermedades". Y ¿qué pasa, señora, con todos aquellos que han muerto -y siguen muriendo- en "otra guerras " en nombre de esta Nación y de la libertad de su pueblo?

Desde este observatorio siempre se ha defendido la “España que es” y no la que cada uno creemos que “debe ser”. Siempre se ha defendido y difundido que a España se la quiere entera y plural como es, o no se la quiere bien. Sin embargo, cada día me doy más cuenta de que a lo mejor ya no me gusta esta Nación tal como es. Y no por sus gobiernos, o sus partidos, o sus problemas, sino sólo por su injusta, infame y arbitraria forma de conducirse.

Es verdad, aún queriéndola mucho, creo que ya no me gusta. Y soy consciente de que cuando estás invitado en una casa y la compañía no te complace, lo honrado es abrir la puerta sin molestar e irse. Es una pena, pero es así.

Dicho esto, he de decir también, que es profundamente injusto, pero legítimo. El Jefe del Ejecutivo tiene todo el derecho y la legitimidad para nombrar a quién le parezca. Espero que este observador tenga todo el derecho como ciudadano para criticarlo. O no.

Menuda democracia la que hemos montado. Mejor que Suárez y Gutiérrez Mellado ya no se enteren. Uno muerto y el otro helado en su memoria. Vaya pareja. Vaya ejemplo de vida y servicio.