Blog de seguridad y defensa

jueves, 25 de septiembre de 2008

El gran fracaso moral.


Leo con tristeza "Cartas batuecas. Hablan los militares" en GEES. Tristeza a pesar de que tengo ya sabido que casi todo lo que en el artículo se dice básicamente es cierto, Pero conviene hacer -como se recomienda en La Harka- un análisis pausado, al paso, de lo que subyace tras él.

Siendo lo relatado
en la pieza importante y digno de ser tenido en consideración, en realidad este observador no cree que se deba considerar la falta de material, la desorganización, la ineficiencia de las obsoletas y burocráticas estructuras o la falta de voluntad para remediar todo ello, como lo más sustancial y peocupante del artículo. En realidad lo que tristemente se vislumbra tras éstas, y otras muchas, "cartas batuecas" es el tremendo fracaso moral e intelectual en el que se encuentra el Ejército de Tierra.

No sé diagnosticar exactamente cómo ha ocurrido , no sé si fue siempre así. Creo sinceramente que no. Tengo temido, leído y entendido que al Ejercito Español se le ha desactivado como a un artefacto explosivo con consentimiento y/o empeño de todos aquellos que han tenido, o tienen poder desde 1981. Incluidos por supuesto los políticos centrales y autonómicos, sus generales y su jefe supremo en la parte proporcional de "poder" que les toca.

Ante esto no hay ya nada que hacer. Los materiales se compran -será por programas-, las estructuras se cambian -será por reformas de estructuras-, los procedimientos se mejoran -será por establecer más burocracia-; lo que es imposible comprar es el coraje, el intelecto y la moral necesarios para hacer introspección, darse cuenta del cáncer que le invade y luchar por curarse.

El Ejercito de Tierra de esta nación parece estar ya herido de muerte; las vías de agua que entre todos -él mismo también- le hemos abierto son ya demasiado graves y profundas. Durante años se ha intentado mantener el buque a flote, sin gobierno ni rumbo aparente, pero a flote. Desgraciadamente el buque está haciendo aguas ante el pánico del puente de mando que no sabe ya qué hacer. Todo el mundo está ya con un ojo puesto en los botes para abandonar la nave.

Quizás es lo que quiere la propia nación. Si es así, no hay más que decir. Descansen en paz todos,; el Ejército de Tierra, sus acomodaticios mandos superiores y todos los que mueran en las "misiones de paz" por culpa de este fracaso moral colectivo.

3 comentarios:

  1. Mi indignación es inconmensurable. Estoy harto del mal hacer y el bienquedismo estrangulador.

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  2. tres años ¿recuerdas? cerrar por vacaciones y empezar de cero

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