Lo hemos aprendido.
Sabemos muy bien que, tras el silencio,
viene otro silencio atronador.
Siempre será así.
Siempre será así.
Reproduzco carta pública del Comandante Antonio Bendala a nuestros compañeros fallecidos hoy hace cinco años en una tragedia que nunca debió ocurrir:
"Queridos amigos:Después de cinco años, al final he tenido el honor y privilegio de poder declarar, aunque no todo, sobre lo que supe de la tragedia que se llevó a nuestros queridos compañeros. En aquellos momentos de la declaración, sentí que por un breve espacio de tiempo tenía la posibilidad de ser la voz de todos ELLOS, de los que fuí directamente amigo y de los que aún sin haberlos conocido me une un profundo respeto y deber. Dije la verdad que ya se sabía, aunque no se haya querido reconocer, y otras cosas que permanecian todavía sin salir a la luz, no ha habido más oportunidad de hacerlo hasta ahora. Muchos sentimientos y recuerdos se agolparon en mi cabeza en aquel breve tiempo de declaración, pero he de confesaros que dentro de la alegria que me producia poder hablar claro, había un notable sentimiento de dolor y abandono al ver como los que fueron responsables militares, nuestros jefes, uno tras otro iban negando, olvidando y con ello traicionando lo más sagrado que debe tener un militar, el honor y el respaldo de sus subordinados; poco les importaba, solo ví en sus caras el fastidio por estar allí, la contrariedad por "perder" su tiempo, porque les reconocieran o los relacionaran con toda la tragedia, su inquieta necesidad de salir de allí lo antes posible, y al mismo tiempo con sus cobardes declaraciones volvian a hacer que subieran a ese avión. Pues sí, me sentí solo, abandonado de nuestros jefes, pero infinitamente acompañado de los que IMPORTABAN. Un abrazo Antonio.
Querido Jefe Ripo: Que poco nos equivocabamos aquella noche en la lejana Antártida, en la que hablabamos de que en nuestro querido ejército no teniamos ya referentes en nuestros jefes en quien mirarnos."
Descansad en paz compañeros:
Teniente Coronel José Ramón Solar Ferro
Comandante José Antonio Fernández Martínez
Comandante Francisco Javier García Gimeno
Comandante Antonio Novo Ferreiro
Comandante Felipe Antonio Perla Muedra
Comandante José Manuel Ripollés Barros
Capitán Manuel Gómez Ginerés
Capitán Ignacio González Castilla
Capitán Santiago Gracia Royo
Capitán Juan Ignacio López de Borbón
Capitán José María Muñoz Damián
Capitán Jesús Mariano Piñán del Blanco
Teniente David Arribas Cristóbal
Teniente Antonio Cebrecos Ruiz
Teniente David Gil Fresnillo
Teniente Mario González Vicente
Teniente Sergio Maldonado Franco
Alférez David Paños Sáa
Subteniente Joaquín Enrique Álvarez Vega
Subteniente Godofredo López Cristóbal
Brigada César Barciela González
Brigada Juan José Bonel Sudare
Brigada Francisco Javier Cobas Ligero
Brigada Miguel Ángel Díaz Caballero
Brigada Emilio Gonzalo López
Brigada Juan Carlos Jiménez Sánchez
Brigada Francisco Moro Aller
Brigada José Ignacio Pacho González
Brigada José Manuel Pazos Vidal
Brigada Eduardo Rodríguez Alonso
Brigada Pedro Rodríguez Álvarez
Sargento 1º Blas Aguilar Ortega
Sargento 1º Miguel A. Algaba García
Sargento 1º Francisco de Alarcón García
Sargento 1º Francisco Javier Hernández Sánchez
Sargento 1º Sergio López Saz
Sargento 1º Índigo Maldonado Franco
Sargento 1º Rafael Martínez Micó
Sargento 1º José Luis Moreno Murcia
Sargento 1º Alberto Antonio Mustienes Luesma
Sargento 1º Ismael Hipólito Lor Vicente
Sargento 1º José M. Sencianes López
Sargento 1º José Antonio Tornero Rodenas
Sargento Francisco José Cardona Gil
Sargento David González Paredes
Sargento Eduardo Hernández Mañez
Sargento Juan Ramón Maneiro Cruz
Sargento Juan Jesús Nieto Mesa
Sargento José Gabino Nve Hernández
Sargento Miguel Sánchez Alcázar
Cabo 1º Vicente Agulló Canda
Cabo 1º Juan C. Bohabonay Domínguez
Cabo 1º Fernando España Aparisi
Cabo 1º Iván Jesús Rivas Rodríguez
Cabo 1º Feliciano Vegas Javier
Cabo 1º José Ignacio Viciosa García
Cabo José Israel Ferrer Navarro
Cabo Javier Gómez de la Mano
Soldado Miguel Ángel Calvo Puentes
Soldado David García Díaz
Soldado Carlos Oriz García
Soldado Edgar Vilardell Iniesta
Es comentario general de las Academias militares que allí escogen a algunos de los primeros de promoción siguiendo un extraño criterio; no son, aparentemente, los más listos, ni siquiera los mejores expedientes académicos, ni los más patriotas o aquellos en quienes destacase virtud militar alguna, no son tampoco los más fuertes o los mejores combatientes, ni quienes se preveía podían llegar a ser mejores líderes. Tampoco parecían poseer ese carisma que tienen algunos buenos directivos en las empresas.
ResponderEliminarSin embargo, sí destacaban en algo; eran los más pelotas (que había quien confundía con diciplina), eran los más serviles (que no leales), eran los que llamábamos Judas pero a ojos del mando eran buenos compañeros y solidarios.
Puede que, obligado muchas veces por sus propias carencias, fueran obstinados y constantes (que no abnegados y sacrificados).
Pero sobre todos estos atributos destacaba uno: eran cobardes (aunque el valor se les suponga) y eso no se gana ni con la edad ni con las estrellas.
..Si que quedan referentes, hoy en dia retirados...pocos, porq ya se encargaron de quitarselos de encima hace ya muchos años.
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