domingo, 28 de diciembre de 2008
La temible tentación.
domingo, 21 de diciembre de 2008
Obama ¡cómete las uvas!
Alucinante. ¡Qué país!
De http://www.obamacometelasuvas.org/ .
Lo cierto es que todos necesitaremos suerte el año que viene.
viernes, 19 de diciembre de 2008
Las guerras que nunca fueron y la larga lucha contra el yihadismo global.
martes, 16 de diciembre de 2008
Carta abierta de un soldado.
Pero siempre las peores emboscadas son las que te hacen en casa...
viernes, 12 de diciembre de 2008
Gayl tenía razón; Shinseki también.
“Un modo excelente de demostrar tu preocupación por los veteranos heridos es hacer que no se produzcan tantos.” Así empezaba el editorial del New York Times el pasado martes 9 de diciembre a propósito del nombramiento del Teniente General Shinseki como responsable del Departamento de Asuntos para los Veteranos, la segunda maquinaria federal más potente de la administración estadounidense tras el propio Departamento de Defensa.
El día anterior otro periódico de tirada nacional, el USA Today, anunciaba que había tenido acceso al resumen del informe final que el Inspector General del Pentágono ha librado a propósito de la investigación que se inició por las afirmaciones que un asesor civil del USMC, Franz Gayl, había hecho en febrero de 2008 acusando a diversos organismos del Cuerpo de haber caído en diversos errores y negligencias burocráticas que llevaron a demorar la adquisición de MRAP en 2005, apostando por blindar los Humvee (HMMWV) por mucho menos dinero que lo que costaba esa adquisición. El asesor afirmaba en aquel informe que, dado que finalmente hubo que adquirir los MRAP en 2007, se produjeron muchos muertos innecesarios (hasta 700 calculaba) como consecuencia de lo inadecuado de los blindados HMMWV M-1114 ante la amenaza ya conocida de los IEDs.
Este informe de Gayl hizo que el Senador Biden (actual vicepresidente electo) y el Senador republicano Bond exigieran una investigación oficial sobre el asunto y pidieran explicaciones en el Senado al Jefe del Cuerpo de Marines. Consecuencia de esta comparecencia, y por lo poco clarificador de la explicaciones dadas ante el Senado, el Senador Kennedy reprendió por escrito al Tte General Conway. Tras ello el propio Cuerpo de Marines solicitó al Inspector General del Pentágono que desarrollase una investigación.
Pues bien las conclusiones del Inspector General son:
-Que en 2003 cuando se entró en Irak, el Departamento de Defensa de los EEUU ya tenía informes de que una de la principales amenazas que encontrarían en Irak las fuerzas terrestres estadounidenses serían las minas y los IED,s y sin embargo no hizo nada para intenta encontrar medios que mitigasen esta amenaza.
-Que en febrero de 2005 se emitió una Declaración de Necesidad Urgente por parte de un General de Brigada que mandaba su unidad de marines en Irak donde pedía específicamente sustituir todos sus Humvees por vehículos MRAP para proteger a sus hombres contra la principal causa de bajas entre los suyos: los IEDs.
-Que esta solicitud urgente llegó ese mes de febrero al MCCDC (Marine Corps Combat Development Command), organismo dependiente del Jefe del Cuerpo de Marines.
-Que sin embargo, en junio de 2005, el Jefe del Cuerpo de Marines decidió blindar los Humvees y transformarlos en la versión M-1114 asesorado por otro de sus organismos subordinados, el DCMCIL (Deputy Commandant Marine Corps for Instalations and Logistics, que afirmó ante el Jefe del Cuerpo que este modelo M-1114 era lo más disponible e indicado para proteger las tropa en Irak.
-Que esta decisión del Jefe de los Marines hizo que no se diese trámite a la Necesidad Urgente de MRAP emitida por las fuerzas en Irak, siendo desestimada en agosto de 2005, obviando además que podía y debía ser tramitada al Estado Mayor Conjunto para que se la tuviese en cuenta en los procesos conjuntos de adquisición.
-En definitiva que se produjeron errores y negligencias de carácter no penal en la tramitación burocrática de aquella Necesidad Urgente emitida desde Irak que hicieron que, en vez de adquirir MRAP para el Cuerpo de Marines en 2005, se esperase hasta mayo de 2007, momento en el que el propio Secretario de Defensa, Robert Gates, hizo de ello la prioridad del DoD y comenzó la sustitución de todos los Humvees por MRAP.
Más de once mil MRAP han sido desplegados en Irak y Afganistán desde mayo de 2007.
Vamos, que Gayl tenía razón. La cuenta de bajas que pudieron ser evitadas en aquellos dos años perdidos es discutible pero ahí está evaludada y firmada por el asesor tecnológico del Cuerpo de Marines de los EEUU.
Impresionante, realmente impresionante todo: el informe y la valentía de Gayl, la honradez del Cuerpo de Marines, el conocimiento y preocupación de los senadores estadounidenses, los resortes de control del poder público en la democracia estadounidense y, por último, los reflejos y las ganas de corregir errores de todo un país; sin cainismo ni revanchas.
Aquí en España, un año y un mes después de admitir que debíamos sustituir nuestros BMRs y VAMTACs por MRAP para mejorar la protección de nuestras tropas, el resultado es bien conocido por los lectores de este blog. Incluso ya se están repartiendo las medallas sobre el asunto al son de ¡qué bien lo hemos hecho! Sin embargo este observador, a título personal, va tomando nota de todo. Nuestra cuenta está clara, sin más detalles.
Con todo, y dada la tendencia al garrote de este querido país, lo mejor es tragar saliva y no remover el asunto. Desgraciadamente así poco aprenderemos de lo que nos ha ocurrido y cómo nos ha ocurrido. Una pena.
martes, 9 de diciembre de 2008
¿Cambiará algo en Afganistán? ¿Y en España?
lunes, 8 de diciembre de 2008
Inmaculada Concepción.
Creo que de eso habla este video, de recordarnos que hasta un Dios todopoderoso necesitó de una Madre para andar entre nosotros.
miércoles, 3 de diciembre de 2008
La auténtica afganización: el ataque que viene.
No es necesario recordar que Bala Murghab es allá donde el Mando Regional W de ISAF, al que pertenecen nuestras tropas, ha decidido proyectar una FOB (Base avanzada). Creo que no es necesario recordar que Bala Murghab es territorio bajo responsabilidad española.
Creo que tampoco será necesario explicar con detalle las consecuencias que tendrá este ataque, y el botín capturado, sobre la operatividad de la insurgencia en nuestra zona de responsabilidad y sobre las futuras amenazas que afrontarán nuestras tropas. 300 hombres armados, con movilidad, munición y dominio del terreno es una fuerza muy superior a la que nuestros escasos 700 hombres en Afganistán (menos de 300 operativos) puedan enfrentarse.
Pero a lo mejor lo que sí es necesario subrayar lo que hoy publica El Mundo en su edición impresa. Y esto es que como consecuencia del ataque varios diputados han hecho comparecer a los ministros de defensa e interior afganos ante el parlamento para que informen del serio deterioro de la seguridad en la provincia de Badghis, provincia de la que es responsable el contingente español. Según sus propias palabras “Si no se controla cuanto antes la situación en Badghis , el cáncer se extenderá a otras provincias”.
En fin, que las tropas españolas ahora casi no pueden salir de las bases es ya un secreto a voces; como es cada vez más evidente que nuestros dirigentes y sus asesores “yeahsayers” siguen repitiendo los mantras de “cambiar la estrategia” y de “la afganización” que copian sin tapujos de documentos sajones para intentar distraer la atención pública de las tremendas vulnerabilidades de seguridad –de material, de procedimientos, de adiestramiento y de voluntad- en la que están dejando a nuestras tropas y de las cada vez más frecuentes quejas de la población y las autoridades afganas sobre nuestro comportamiento. Quizás es que no han entendido del todo eso de “la afganización”.
Es desde luego evidente que a base de restricciones políticas hemos cedido al talibán ya tanto terreno –físico y humano- que nosotros solos nos hemos metido en una ratonera de la que más pronto que tarde tendremos que salir. Y para salir finalmente sólo habrá dos caminos: la retirada o la recuperación del control sobre la zona de operaciones. Esto segundo requerirá inevitablemente combatir.
Este observador no tiene claro por donde se romperá la cuerda. Puede que un alto número de bajas nacionales –cada vez más probable- haga que el Gobierno sienta el frío aliento del “no a la guerra” en su propio cogote y acabe decidiendo no pagar el precio político que esto pudiera tener. O puede que la presión creciente de la administración Obama-Biden-Clinton-Gates (todos ellos firmes convencidos de elevar la presencia militar en Afganistán) y una situación de seguridad tremendamente deteriorada acaben consiguiendo que nuestro Gobierno modifique al alza nuestras capacidades militares y las reglas de enfrentamiento en aquel país. Si les soy sincero, me temo que ninguna solución será tomada para llevar cierta iniciativa. Todo lo que se haga será como reacción a los acontecimientos.
Ocurra lo que ocurra, llega el tiempo de dejarse de pamemas. Es evidente que la solución definitiva a nivel estratégico en Afganistán no es militar (cabría preguntarse si es que acaso la militar ha sido la solución final para algún estado en conflicto interno), pero también es evidente que para desarrollar las ansiadas reconstrucción y gobernabilidad en Afganistán es condición indispensable restablecer primero la seguridad, base inferior maslowiana de cualquier organización humana.
La decisión pronto será ineludible. Un ataque fuerte y organizado de la insurgencia sobre alguna de nuestras bases y/o convoyes es cada vez más probable. Los discursos vacíos y las poses demagógicas de los eficientísimos gabinetes de imagen y comunicación no valdrán de mucho llegado el caso.
La historia es siempre caprichosa. Ya hubo un tiempo hace un siglo en el que este país creyó saber mantener difíciles equilibrios políticos y obtener réditos de permanecer en las cómodas retaguardias de guerras y guerritas. Hasta que un día un ataque en una lejana base avanzada de nombre desconocido entonces, Annual, tuvo consecuencias tremendas para nuestra historia, mucho más allá de las más inmediatas político-militares.