Blog de seguridad y defensa

martes, 26 de junio de 2007

¿Terrorismo o subversión?

Creo que tenemos que empezar a reflexionar sobre cómo ganar estas guerras, si es que antes admitimos que lo son, dando dos pasos atrás, subiéndonos a una buena atalaya desde donde tener una visón más amplia de conjunto, abandonando los análisis de detalle y extrayendo principios sobre los que construir una respuesta coherente.
Por ello me gustaría recordar que este nuevo problema es, como todos los nuevos problemas, muy viejo, y haciendo memoria de viejos problemas, he acudido a antiguos escritos españoles para intentar recordar qué sabían los que nos precedieron sobre esto de la insurgencia y el conflicto asimétrico (que ellos llamaban la acción subversiva y revolucionaria) y confirmando mi sospecha, que aquí en España de estos sabíamos hasta decir basta, he encontrado la presente joya (que me tomado la libertad de resumir y actualizar):

Los conflictos y guerras subversivas son de todos los tiempos y tan antiguos como la propia guerra regular. Cuando las FAS de distintos estados se enfrentan se producen batallas que contribuyen a lograr objetivos operacionales. Si las batallas no se manifiestan, la lucha es indirecta o asimétrica y adquiere una forma insidiosa que no obedece a procedimientos o razonamientos militares regulares.

La subversión es el conjunto de acciones encaminadas a perturbar, trastornar y destruir el sistema político-social, económico o religioso establecido, despreciando los mecanismos legales vigentes, para su transformación, evolución o conversión. El principio general de la acción subversiva es la destrucción de la fuerza moral enemiga, el factor decisivo es el elemento humano, no las armas; y suele tener primacía general la lucha urbana sobre la rural y la acción política sobre la militar. La premisa fundamental para el triunfo de la subversión es contar con el apoyo y la inhibición de la población, y el logro de esto es el primer objetivo de todo movimiento subversivo. El terrorismo, al margen de principios morales, no es más que una de las técnicas de combate que pueden ser usadas por diferentes actores para lograr sus objetivos mediante la transmisión de terror, siendo especialmente característica de la acción o combate subversivo; pero jamás es en si mismo "el conflicto" y mucho menos "el actor" que protagoniza la lucha.

Dentro de las técnicas de subversión "destructivas" se distinguen 4 tipos:


  • De dislocación: Buscan quebrar la estructura del cuerpo social erosionando los pilares de la convivencia segura (técnicas que se usan: Resistencias pasivas, huelgas. desórdenes y actos selectivos de terrorismo). Se pretende separar a la población en grupos y a éstos de las autoridades legítimas buscando la pérdida de confianza, la negación del apoyo a las mismas o al menos la indiferencia.
  • De intimidación:Buscan crear un ambiente general de superioridad, amplificando sus acciones y haciendo ver su dominio del ambiente en el que se desarrolle la lucha. (técnicas que se usan: mítines, desfiles, manifestaciones, terrorismo sistemático, sabotajes y acciones de guerrilla). Se pretende proyectar una imagen de poder entre la población que genere una conciencia colectiva de miedo.
  • De desmoralización: En todo momento y en todos los escalones, se persigue la desmoralización del adversario, creando escepticismo sobre la eficacia de los dirigentes, desprestigiándolos y haciéndoles dudar sobre el valor práctico de lo que hacen, poniendo de relieve la incapacidad de la Autoridad para reestablecer el orden y forzándolos a buscar vías negociadas. Los medios de comunicación social juegan el principal papel en esta técnica de acción sobre la opinión pública.
  • De eliminación: En un primer paso, eliminado a los irreductibles (líderes y autoridades) que cierren caminos que la subversión quiere explorar y a aquellos individuos que puedan tener cierto poder(económico, religiosos, social...) sobre la población y que no sean afectos a la causa, para según ocupan el poder comenzar con acciones más determinantes como deportaciones y ejecuciones y la eliminación "de compañeros de viaje" que ya no son útiles a la causa.
Y más específicamente, las acciones que intentarán desarrollar sobre las FAS propias son:

-Anular o disminuir su potencia de combate ( medios, personal, moral..)

-Convertir la estructura de mando en algo fragmentable y débil, provocando actos que escindan a los miembros de los Ejércitos entre ellos y con el resto de fuerzas de seguridad, explotando el encono y resentimiento que tales medidas puedan originar, por ejemplo:

  • Subrayar los agravios comparativos en materia de personal, de equipamiento, instalaciones,etc..
  • Subrayar las fisuras y fallos del sistema de información.
  • Alentar la escasa motivación en ideales.
  • Subrayar la falta de eficacia de las fuerzas, material...
  • Evidenciar las lagunas de la legislación, negar legitimidad
  • Alentar las situaciones contradictorias o discriminatorias, reales o inventadas, bien internas o bien en comparación con otros estamentos de la nación o con ejércitos de naciones aliadas.

-Aislar su sistema de mando y control y desengancharlos de los órganos ejecutores

-Quebrantar la moral y socavar el espíritu de servicio y entrega

-Crear estados de tensión entre las FAS y su población, mediante campañas de difamación, difusión de calumnias, exageración de hechos y explotando cualquier situación conflictiva, por local y mínima que sea.

Como ven en 1977 eramos claros y precisos, teníamos ya una idea diáfana de en dónde residía la esencia del conflicto y qué intentarían hacer aquellos que emprendiesen esta lucha: actuar sobre la población (la local y la propia) para conseguir desestabilizar el talón de Aquiles de un estado democrático( su opinión pública) y en menor medida sobre las FAS involucradas. Ya decía el ex ministro Ben Ami en Toledo recientemente, "la democracia es un sistema excelente, su único defecto es que cada cuatro años hay elecciones"; y añado, la espiral acción-reacción que puede llegar a producir una acción bien dirigida, en el momento oportuno, sobre la opinión pública es irrefrenable e impredecible y puede llevar a los dirigentes que se han de someter al examen de aquella a cometer fallos gruesos de cálculo político.

Pero la subversión ha mutado como lo hace un virus que intenta saltar de especie en especie para habitar más organismos y así aumentar sus posibilidades de éxito; aunque el virus es el mismo, la cepa cada vez es más resistente a los antibióticos y toma formas más agresivas. La principal mutación es que se ha dado cuenta que atacando en más organismos (Estados) simultaneamente la infección es mucho mayor, con lo que las consecuencias en vez de ser enfermedad se convierten en pandemia. Nuestros antiguos lo combatían en un estado, región o serranía pero nosotros lo tendremos que hacer, si tenemos voluntad para ello, en muchos lugares distantes, en circunstancias cambiantes y enredados en una maraña de conflictos que en muchas ocasiones nada compartirán con nuestro objetivo, pero en los que sus protagonistas tendrán mucha influencia sobre nuestro fin.

Por tanto tenemos que empezar a buscar soluciones ya que los análisis expertos inconexos con otros, la discusión mísera y divisora sobre quién es más ruin, los análisis militares de corto alcance para lograr reconocimiento y protagonismo y la des información reinante es el caldo de cultivo ideal para este virus, se lo estamos poniendo muy fácil. Estoy de acuerdo con Jorge Aspizua en que es hora de que los cerebros privilegiados empiecen a desperezarse porque ya es tarde. Y esperemos que nuestras mentes pensantes sean algo más espabiladas que las de otros que han empezado dando tumbos en esta guerra y que, al igual que lo hicieron los franceses en Navarra hace ya muchos años, han estrellado la maquinaria de guerra más imponente del mundo contra la misma piedra.



Fue claro José M. Ridao en el último Seminario Internacional de Defensa de la APE en Toledo ¿cómo se puede declarar la "guerra" a una técnica de combate? Acaso el terrorismo en persona firmará un armisticio, quizá le podamos destruir sus industrias en retaguardia o llevarle ante el TPI. Es tan lógico hacer una guerra contra "el terrorismo" como hacerla contra "la maniobra de flanco" o "la guerra relámpago"; es tan erróneo creer que " el terrorismo" es el sujeto de la acción como pensar que la "maniobra en profundidad" era el sujeto de la acción en la invasión de Francia durante la II GM. Si a esto unimos que el "objetivo político" que se da a los mílites es tipo "democratizar tal país" podemos concluir que estamos luchando contra un enemigo que no existe para lograr objetivos que no están al alcance de nuestros medios militares que, de momento, no son capaces de bombardear las mentes y corazones con urnas y papeletas y que, inevitablemente, fracasamos y fracasaremos.



Lamentablemente vuelvo a la realidad y escucho a los nuestros con los mismos mensajes de siempre: es un acto terrorista, el terrorismo es el único culpable, la culpa es de los inhibidores, los italianos sólo hacen fotos y nuestros soldados han ido a aquel país a apoyar la democratización.... Lástima que no los enviemos a democratizar Marruecos.

Comencemos a pensar en las soluciones desde las atalayas y los minaretes.....

1 comentario:

  1. que buen escrito ... me ayudaste incluso hacer un trabajo ... opino lo mismo que tu. gracias

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