El 07 de abril de este año recibió este observatorio un comentario en una entrada del 23 de mayo de 2008 que tenía por título: "Del Mando, de Yaks-42 y de MRAP.". Desde entonces este observador lo reservaba para el momento oportuno. El comentario decía:
“Fueron sus propios compañeros los que les vendieron, los que les denigraron y humillaron quitándoles toda dignidad hasta después de mueros y todo por poder, dinero y posición. Ahora bien, ¿quién les dio la orden??? ¿quién es más culpable, el que lo hace o el que lo consiente???Me avergüenzo de este País que por cierto tanto quería mi hermano.
“Fueron sus propios compañeros los que les vendieron, los que les denigraron y humillaron quitándoles toda dignidad hasta después de mueros y todo por poder, dinero y posición. Ahora bien, ¿quién les dio la orden??? ¿quién es más culpable, el que lo hace o el que lo consiente???Me avergüenzo de este País que por cierto tanto quería mi hermano.
Belén González Vicente
Hermana TTE. Mario González Vicente fallecido en el evitable accidente del Yak-42.”
Pues bien. Hoy ha llegado el mometo oportuno. Hoy ha llegado el día de no guardar más silencio. Hoy ha llegado el día en el que la sentencia por uno de los dos procesos penales abiertos por este asunto ya es pública y se puede hacer acusación pública de lo que hicieron estos deshonrosos y mendaces oficiales del Cuerpo Militar de Sanidad.
Estos son los hechos probados y la condena que les corresponde:
-Sólo con ellas, sin realizar diligencia o análisis complementario alguno, a pesar de ser consciente de que era imposible identificar con tales datos todos los cuerpos, Navarro elaboró una lista en la que junto al número asignado a cada cuerpo aparecía un nombre y apellidos correspondiente a uno de los 62 militares españoles fallecidos, de modo que aparentaba que todos ellos habían sido identificados, cuando lo cierto es que las identidades habían sido asignadas de forma aleatoria en treinta casos.
- Antes de la entrega se firmó un acta, denominada “de identificación, autopsia y control de los cadáveres” en la que se describe el estado de cada uno de los 62 cadáveres y aparece un listado con 32 números no correlativos y, junto a cada uno de ellos, el nombre de uno de los militares españoles fallecidos. En párrafo aparte, se reseñan otros 30 números no correlativos, uno detrás de otro y sin nombre alguno, correspondientes estos a los otros 30 cadáveres, estos no identificados. Este documento fue suscrito por parte española por los generales Beltrán Doña y el acusado Navarro, que era consciente de que recibía 30 cuerpos sin identificar. A pesar de ello, Navarro manifestó al general Beltrán que él los tenía identificados todos, lo que no se correspondía con la realidad.
-Las treinta y dos identidades reseñadas con nombres y apellidos en el “acta de identificación, autopsia y control de los cadáveres” que fue firmada conjuntamente por las autoridades turcas y los generales españoles Beltrán y el acusado Navarro, resultaron ser ciertas y correctas. Por el contrario, las treinta que fueron unilateral y aleatoriamente asignadas por Navarro, que en la referida acta constaban como no identificados, resultaron falsas y erróneas.
-Como consecuencia de ello don Vicente Agulló Canda fue inhumado en el cementerio Sur de Madrid bajo el nombre de don Mario González Vicente; don Francisco Alarcón García fue incinerado como don Carlos Oriz García; don Joaquín Álvarez Vega resultó inhumado en el cementerio de Moraleja (Cáceres) como si se tratara de don Feliciano Vegas Javier; don David Arribas Cristóbal fue enterrado en el cementerio de San Esteban del Valle (Ávila) como don César Barciela González y éste último lo fue en el cementerio de Torrero de Zaragoza bajo el nombre de don David González Paredes, juntamente con otras dos pequeñas partes de los cuerpos de dos de sus compañeros; don Juan Bohabonay Domínguez fue inhumado en el cementerio de Pozohondo (Albacete) como si se tratara de don Juan Tornero Ródenas; don Miguel Calvo Puentes resultó incinerado como si fuese don Francisco de Alarcón García; don Francisco Cardona Gil fue incinerado como don Joaquín Álvarez Vega; don Francisco Cobas Ligero resultó enterrado en el cementerio de Albacete como si se tratara de don Israel Ferrer Navarro; don Fernando España Aparisi fue inhumado en el cementerio de Villatuxa-Lalín (Pontevedra) creyendo que se trataba de don Vicente Agulló Canda; don Israel Ferrer Navarro fue inhumado en el cementerio parroquial de Carabanchel Bajo (Madrid) como don Emilio Gonzalo López; don David González Paredes fue incinerado como si se tratara de don Alberto Mústienes Luesma; don Mario González Vicente fue inhumado en el cementerio de Torrero de Zaragoza como don José Moreno Murcia; don Emilio Gonzalo López fue enterrado en el cementerio de Torrero de Zaragoza como si se tratara de don José Sencianes López; don Santiago Gracia Royo resultó inhumado en el cementerio “Parque de la Paz” de Valencia bajo el nombre de don Felipe Perla Muedra; don Francisco Hernández Sánchez resultó incinerado creyendo que se incineraba a don Pedro Rodríguez Álvarez; don Juan Jiménez Sánchez fue incinerado en la creencia de que era don José Pazos Vidal; don Juan López de Borbón se enterró en el cementerio de Polvoredo (León) como si fuese don Jesús Piñán del Blanco; don Juan Maneiro Cruz fue inhumado en el cementerio Sur de Madrid como don Juan Jiménez Sánchez; don Rafael Martínez Micó fue incinerado creyendo que se trataba de don Santiago Gracia Royo; don José Moreno Murcia inhumado en el cementerio de Alcantarilla (Murcia), lo fue en la suposición de que se trataba de don Juan Bahobonay Domínguez; don Alberto Mústienes Luesma fue enterrado en el cementerio de Alboraya (Valencia) como si fuese don Francisco Cardona Gil; don Carlos Oriz García resultó enterrado en el cementerio de Alfafar (Valencia) como si se tratada de don Rafael Martínez Micó; don José Pazos Vidal fue inhumado en el cementerio de Burgos como si fuese don Juan Maneiro Cruz; don Felipe Perla Muedra resultó enterrado en el cementerio de Cornellá (Barcelona) en la creencia de que se enterraba a don Francisco Cobas Ligero; don Jesús Piñán del Blanco fue incinerado como don Juan López de Borbón; don Pedro Rodríguez Álvarez se inhumó en el cementerio de Alcalá de Henares (Madrid) con el nombre y en la creencia de que era don Miguel Calvo Puentes; don José Sencianes López fue incinerado como si se tratara de don Fernando España Aparisi; don Juan Tornero Ródenas se enterró en el cementerio de Burgos bajo el nombre de don David Arribas Cristóbal y don Feliciano Vegas Javier en el de Jabalí Viejo (Murcia) en la creencia de que se inhumaba el cuerpo de don Francisco Hernández Sánchez.
Por tanto,
I. Debemos condenar y condenamos a VICENTE CARLOS NAVARRO RUIZ como autor de un delito de falsedad en documento oficial, cometido por funcionario público en el ejercicio de sus funciones, ya definido, sin la concurrencia de circunstancias modificativas de la responsabilidad criminal, a las penas de TRES AÑOS DE PRISIÓN, con la accesoria de inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de condena, MULTA DE SEIS MESES con una cuota diaria de 10 euros, Y DOS AÑOS DE INHABILITACIÓN ESPECIAL para el ejercicio de funciones públicas, así como a que indemnice a los herederos de cada uno de los treinta militares fallecidos inverazmente identificados en 10.000 €, imponiéndole un tercio de las costas de esta instancia.
II. Debemos condenar y condenamos a JOSÉ RAMÓN RAMÍREZ GARCÍA y a MIGUEL ÁNGEL SÁEZ GARCÍA como cómplices del mismo delito, sin la concurrencia de circunstancias modificativas de la Responsabilidad criminal, a las penas, para cada uno de ellos, de UN AÑO Y SEIS MESES DE PRISIÓN, con la accesoria de inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de condena, MULTA DE TRES MESES con una cuota diaria de 10 euros, Y UN AÑO DE INHABILITACIÓN ESPECIAL para el ejercicio de funciones públicas, así como a que, en el caso de no satisfacerse la indemnización por el autor, indemnicen, conjunta y solidariamente, a los herederos de cada uno de los treinta militares fallecidos inverazmente identificados en 10.000 €, imponiéndole un tercio de las costas de esta instancia a cada uno de ellos.
III. Se declara la responsabilidad civil subsidiaria del Ministerio de Defensa, que deberá hacer frente a las indemnizaciones en defecto de los criminalmente responsables.
Hermana TTE. Mario González Vicente fallecido en el evitable accidente del Yak-42.”
Pues bien. Hoy ha llegado el mometo oportuno. Hoy ha llegado el día de no guardar más silencio. Hoy ha llegado el día en el que la sentencia por uno de los dos procesos penales abiertos por este asunto ya es pública y se puede hacer acusación pública de lo que hicieron estos deshonrosos y mendaces oficiales del Cuerpo Militar de Sanidad.
Estos son los hechos probados y la condena que les corresponde:
-Sólo con ellas, sin realizar diligencia o análisis complementario alguno, a pesar de ser consciente de que era imposible identificar con tales datos todos los cuerpos, Navarro elaboró una lista en la que junto al número asignado a cada cuerpo aparecía un nombre y apellidos correspondiente a uno de los 62 militares españoles fallecidos, de modo que aparentaba que todos ellos habían sido identificados, cuando lo cierto es que las identidades habían sido asignadas de forma aleatoria en treinta casos.
- Antes de la entrega se firmó un acta, denominada “de identificación, autopsia y control de los cadáveres” en la que se describe el estado de cada uno de los 62 cadáveres y aparece un listado con 32 números no correlativos y, junto a cada uno de ellos, el nombre de uno de los militares españoles fallecidos. En párrafo aparte, se reseñan otros 30 números no correlativos, uno detrás de otro y sin nombre alguno, correspondientes estos a los otros 30 cadáveres, estos no identificados. Este documento fue suscrito por parte española por los generales Beltrán Doña y el acusado Navarro, que era consciente de que recibía 30 cuerpos sin identificar. A pesar de ello, Navarro manifestó al general Beltrán que él los tenía identificados todos, lo que no se correspondía con la realidad.
-Las treinta y dos identidades reseñadas con nombres y apellidos en el “acta de identificación, autopsia y control de los cadáveres” que fue firmada conjuntamente por las autoridades turcas y los generales españoles Beltrán y el acusado Navarro, resultaron ser ciertas y correctas. Por el contrario, las treinta que fueron unilateral y aleatoriamente asignadas por Navarro, que en la referida acta constaban como no identificados, resultaron falsas y erróneas.
-Como consecuencia de ello don Vicente Agulló Canda fue inhumado en el cementerio Sur de Madrid bajo el nombre de don Mario González Vicente; don Francisco Alarcón García fue incinerado como don Carlos Oriz García; don Joaquín Álvarez Vega resultó inhumado en el cementerio de Moraleja (Cáceres) como si se tratara de don Feliciano Vegas Javier; don David Arribas Cristóbal fue enterrado en el cementerio de San Esteban del Valle (Ávila) como don César Barciela González y éste último lo fue en el cementerio de Torrero de Zaragoza bajo el nombre de don David González Paredes, juntamente con otras dos pequeñas partes de los cuerpos de dos de sus compañeros; don Juan Bohabonay Domínguez fue inhumado en el cementerio de Pozohondo (Albacete) como si se tratara de don Juan Tornero Ródenas; don Miguel Calvo Puentes resultó incinerado como si fuese don Francisco de Alarcón García; don Francisco Cardona Gil fue incinerado como don Joaquín Álvarez Vega; don Francisco Cobas Ligero resultó enterrado en el cementerio de Albacete como si se tratara de don Israel Ferrer Navarro; don Fernando España Aparisi fue inhumado en el cementerio de Villatuxa-Lalín (Pontevedra) creyendo que se trataba de don Vicente Agulló Canda; don Israel Ferrer Navarro fue inhumado en el cementerio parroquial de Carabanchel Bajo (Madrid) como don Emilio Gonzalo López; don David González Paredes fue incinerado como si se tratara de don Alberto Mústienes Luesma; don Mario González Vicente fue inhumado en el cementerio de Torrero de Zaragoza como don José Moreno Murcia; don Emilio Gonzalo López fue enterrado en el cementerio de Torrero de Zaragoza como si se tratara de don José Sencianes López; don Santiago Gracia Royo resultó inhumado en el cementerio “Parque de la Paz” de Valencia bajo el nombre de don Felipe Perla Muedra; don Francisco Hernández Sánchez resultó incinerado creyendo que se incineraba a don Pedro Rodríguez Álvarez; don Juan Jiménez Sánchez fue incinerado en la creencia de que era don José Pazos Vidal; don Juan López de Borbón se enterró en el cementerio de Polvoredo (León) como si fuese don Jesús Piñán del Blanco; don Juan Maneiro Cruz fue inhumado en el cementerio Sur de Madrid como don Juan Jiménez Sánchez; don Rafael Martínez Micó fue incinerado creyendo que se trataba de don Santiago Gracia Royo; don José Moreno Murcia inhumado en el cementerio de Alcantarilla (Murcia), lo fue en la suposición de que se trataba de don Juan Bahobonay Domínguez; don Alberto Mústienes Luesma fue enterrado en el cementerio de Alboraya (Valencia) como si fuese don Francisco Cardona Gil; don Carlos Oriz García resultó enterrado en el cementerio de Alfafar (Valencia) como si se tratada de don Rafael Martínez Micó; don José Pazos Vidal fue inhumado en el cementerio de Burgos como si fuese don Juan Maneiro Cruz; don Felipe Perla Muedra resultó enterrado en el cementerio de Cornellá (Barcelona) en la creencia de que se enterraba a don Francisco Cobas Ligero; don Jesús Piñán del Blanco fue incinerado como don Juan López de Borbón; don Pedro Rodríguez Álvarez se inhumó en el cementerio de Alcalá de Henares (Madrid) con el nombre y en la creencia de que era don Miguel Calvo Puentes; don José Sencianes López fue incinerado como si se tratara de don Fernando España Aparisi; don Juan Tornero Ródenas se enterró en el cementerio de Burgos bajo el nombre de don David Arribas Cristóbal y don Feliciano Vegas Javier en el de Jabalí Viejo (Murcia) en la creencia de que se inhumaba el cuerpo de don Francisco Hernández Sánchez.
Por tanto,
I. Debemos condenar y condenamos a VICENTE CARLOS NAVARRO RUIZ como autor de un delito de falsedad en documento oficial, cometido por funcionario público en el ejercicio de sus funciones, ya definido, sin la concurrencia de circunstancias modificativas de la responsabilidad criminal, a las penas de TRES AÑOS DE PRISIÓN, con la accesoria de inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de condena, MULTA DE SEIS MESES con una cuota diaria de 10 euros, Y DOS AÑOS DE INHABILITACIÓN ESPECIAL para el ejercicio de funciones públicas, así como a que indemnice a los herederos de cada uno de los treinta militares fallecidos inverazmente identificados en 10.000 €, imponiéndole un tercio de las costas de esta instancia.
II. Debemos condenar y condenamos a JOSÉ RAMÓN RAMÍREZ GARCÍA y a MIGUEL ÁNGEL SÁEZ GARCÍA como cómplices del mismo delito, sin la concurrencia de circunstancias modificativas de la Responsabilidad criminal, a las penas, para cada uno de ellos, de UN AÑO Y SEIS MESES DE PRISIÓN, con la accesoria de inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de condena, MULTA DE TRES MESES con una cuota diaria de 10 euros, Y UN AÑO DE INHABILITACIÓN ESPECIAL para el ejercicio de funciones públicas, así como a que, en el caso de no satisfacerse la indemnización por el autor, indemnicen, conjunta y solidariamente, a los herederos de cada uno de los treinta militares fallecidos inverazmente identificados en 10.000 €, imponiéndole un tercio de las costas de esta instancia a cada uno de ellos.
III. Se declara la responsabilidad civil subsidiaria del Ministerio de Defensa, que deberá hacer frente a las indemnizaciones en defecto de los criminalmente responsables.
Otro episodio ignominioso del gran fracaso moral en que las FAS españolas están instaladas que no viene más que a certificar la miseria moral e intelectual de las élites político-militares en España.
Cabe preguntarse si esto es problema sólo de “Los generales de Zapatero” o si ,en realidad, es el problema de una generación entera que ha retorcido tanto el significado de lo militar en beneficio propio que ya no son capaces de discernir donde están los límites que jamás se pueden traspasar.
Deshonra, deshonra profunda para ellos, pero también para todos los oficiales que visten el uniforme militar. Deshonra y vergüenza.
Habrá más condenas. El tiempo las traerá. Lástima que no sean todos juzgados por el duro Código Penal Militar. Las penas serían mucho más severas.
Deshonra y verguenza; y sobre todo pena; pena por todos los compañeros que ya no están; pena por el trato que se les ha dado a sus familias.
ResponderEliminarY preocupación, por el trato que le darán a las familias de los que quedan por caer.
Hoy, más que nunca, descansen en paz.
Tarde o temprano te van a crucificar por tus entradas. Pero alguien tiene qu e decirlo para que se sepa que no todos somos iguales. ¡Ánimo Alijar!
ResponderEliminarTuve el Honor de servir a las ordenes del General Beltran cuando era comandante, y seguir su trayectoria posterior, no me cabe la mas minima duda de su inocencia
ResponderEliminarpues el gen Navarro iba dejando ya antes de este episodio un tufo tras de sí que, desde luego, no merecía el puesto que tenía.
ResponderEliminarPersonalmente creo que es un día triste, muy triste.
ResponderEliminarAl final, como digo en mi entrada de hoy en el foro de las FAS Españolas, al final se les condena POR FALSEDAD DOCUMENTAL, como a Capone por delito fiscal.
Otro servicio se hubiera hecho a los fallecidos, que no lo habrían hecho en balde, si hubiera habido condenas por las condiciones de los viajes, el tipo de material, las decisiones, etc. Todo habría cambiado si se hubiera dicho a los políticos -y militares-, que quien sea responsable de un equipamiento defectuoso la paga.
A partir de ahora MÁS BUROCRACIA. Mala forma de honrar a los fallecidos.
En cualquier caso, mi pésame a los familiares, amigos y compañeros, y mi deseo de que empiecen a pasar página, que retomen su vida, que olvidar no lo harán.
D.E.P.
PAPICO.
Es así y no tiene vuelta de hoja, pero es una cortina de humo,...y de quién ordenó utilizar esos vuelos ¿qué?,..y de quién contrató finalmente el vuelo, sin inspeccionar nada, ¿qué? ,...y de quienes mintieron diciendo que NAMSA había inspeccionado el avión, ..¿qué?
ResponderEliminar¿Por poder y dinero? ¡Ya nadie se acuerda de la presión de la prensa sociata por tarer los cadáveres cuanto antes? (Es curioso, siempre reclaman una atención para los muertos que niegan a los vivios)¿Y de las quejas de los forenses espeñoles porque los turcos no les dejaban ni entrar en la Morgue?
ResponderEliminarL
generales de zapatero? , es que no tienes verguenza, mezclar a los socialistas con este tema... no sería mejor buscaras a los responsables políticos en tu propia casa. TRILLO y AZANAR lo demás es inventar la realidad.
ResponderEliminarEs cierto que no cabe preguntarse nada de los generales de Zapatero en este asunto, porque Zapatero entonces era jefe de la oposición sin (teóricamente) ninguna opción de ganar las elecciones.
ResponderEliminarDe hecho yo creo que el desastroso estado del ET se debe a que se han perdonado las más altas cotas de incompetencia con tal de que el chanchullero de turno fuera ideológicamente correcto, es decir, muy de derechas. Y la cosa no viene de tiempos de Aznar, ni siquiera de tiempos de Franco, en mi opinión.
Saludos
Con este proceso penal (como en cualquier otro de similares características) deberíamos tener en cuenta que se analiza una sentencia dictada hoy (2009), por hechos ocurridos hace años y en la situación que se vivía entonces.
ResponderEliminarCuidado, que no estoy exculpando a nadie, pero si indico que los hechos probados de la sentencia se revisarán por el Tribunal Supremo y, quizá, por el Constitucional. Y, nadie sabe hoy lo que saldrá de eso.
Dicho esto y como ya ha indicado algún otro comentarista, lo que es una verguenza es que al día de la fecha no se haya atendido a las familias como se merecen (algunas solo pedían una explicación) y, que se continuen manipulando interesadamente sentimientos que solo conocen quienes los sufren.
Le animo a seguir Elalijar.
Desde luego que fue una infamia sobre la previa negligencia conocida e ignominiosa que les llevó a la muerte,cuya responsabilidad no se ha dilucidado, ni creo que se haga porque al PSOE tampoco le interesa que un político vaya a la cárcel por las decisiones que tome.
ResponderEliminarLes falta no poca justicia a los muertos. No obstante, habrá que reconocer este pequeño logro como tal.
Esto de usar a los muertos como armna arrojadiza si que es una vergüenza.Esa gente murió sirviendo al gobierno de España en un accidente terrible. Los cuerpos quedaron destrozados. ¿De verdad es tan importante identificar hasta el último resto?
ResponderEliminarCuano interesa a fines partidistas por los muerto se hace lo que se les niega a los vivos.
Lo que me faltaba por leer: "esa gente murió sirviendo al gobierno de España ...". Error: servían a España en sí misma, a toda ella y no sólo al Gobierno. España, la Patria, la comunidad, los ciudadanos españoles, como lo queramos llamar. Y a la comunidad internacional, y a determinadas comunidades como la afgana y otras muchas también.
ResponderEliminarSí, cumpliendo, obedeciendo y respetando las órdenes e instrucciones del Gobierno de la Nación y de la jerarquía militar. Justo parte de quienes permitían que se volara regularmente en esas condiciones denigrantes.
Salga y se cumpla cuanto antes toda la pudedumbre que tanto impera en estos años, antes sacaremos cuentas del daño sufrido y empezaremos a recuperar la dignidad y el honor para esta generación militar tan maltraída.
Enhorabuena a ti Alijar, y a tus lectores y colaboradores por contribuir a difundir verdades.
¿Qué si es importante identificar correctamente los restos? Bochornosa pregunta.
ResponderEliminarPregunta a las familias que perdieron a sus seres queridos al servicio de los demás.